sábado, 13 de agosto de 2011

Las pruebas y procedimientos de evaluación tienen que cumplir:

Los procedimientos de evaluación no deben ser discriminatorios.
Los procedimientos de evaluación deben aplicarse en el idioma materno del niño.
Los instrumentos de evaluación utilizados con un niño que tenga un dominio limitado del idioma materno del país, deben medir el grado de discapacidad.
Para evaluar al niño hay que emplear diversas herramientas y estrategias.
Las pruebas estandarizadas tienen que validarse en función del propósito para el que se usa.
Las pruebas estandarizadas deben aplicarse por personal capacitado y conocedor.
En el informe debe incluirse los casos en los que se sigan los procedimientos estándar de aplicación de pruebas.
Los instrumentos y otros procedimientos de evaluación deben valorar áreas específicas de necesidad educativa.
Los resultados obtenidos en las pruebas realizadas a niños que sufren deterioro en habilidades sensoriales, manuales o lingüísticas deben reflejar con toda precisión sus capacidades académicas o cognitivas.
No hay que usar solamente un procedimiento como criterio exclusivo para determinar si un niño padece una discapacidad.
Deben evaluarse todas las áreas relacionadas con la supuesta discapacidad.
La evaluación tiene que ser lo más completa posible.
Para evaluar factores cognitivos, conductuales, físicos y de desarrollo, sólo deben usarse instrumentos que tengan un gran soporte técnico.
Las herramientas y estrategias de evaluación utilizadas deben ofrecer información que ayude a determinar las necesidades educativas del niño.
Cuando se retire a un menor con discapacidad del entorno educativo en el que se encuentra por más de 10 días de labores escolares o cuando el comportamiento de éste interfiera con su educación o la de los demás, tiene que realizarse una evaluación conductual funcional, y crearse y aplicarse un plan de intervención conductual.

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