Integración de los datos.
Se buscan los temas y tendencias más comunes en los hallazgos de la observación de la conducta del niño, los antecedentes, las entrevistas y las técnicas psicológicas aplicadas.
Obtener una visión amplia de la manera en la que el niño funciona y se desenvuelve en diferentes ámbitos.
La síntesis de la información permitirá ofrecer el tratamiento adecuado de manera interdisciplinaria.
Contenido del informe.
Las formulaciones diagnósticas y las recomendaciones deben sustentarse en la síntesis de toda la información disponible, es muy importante no hacer generalizaciones de un detalle o basarse sólo en las calificaciones que se obtienen de las pruebas psicológicas aplicadas.
Claridad de la información.
Las ideas deben presentarse con una secuencia lógica y ordenada, sin que sea redundantes y utilizando palabras del vocabulario común.
Las afirmaciones deben ser directas y concretas, de modo que no se presten a interpretaciones ambiguas y vagas.
Extensión del informe.
El informe debe ser breve. Se debe seleccionar la información que sea pertinente en cada caso y que permita dar respuesta al motivo de consulta..
Consideraciones con respecto al diagnóstico y posible tratamiento.
Existen dos sistemas de diagnóstico que se basan en categorías:
Discontinuas como el DSM-IVR y el CI-10.
Dimensionales como el Achenbach y McConaughy.
Los sistemas que incluyen categorías sirven para comunicarse con otros profesionales.
Los sistemas dimensionales son útiles para enfatizar las características individuales del niño.
Comunicación de resultados y seguimiento.
La evaluación es un proceso que incluye diversas fases y que el tratamiento también tiene que evaluarse para hacer un seguimiento.
Durante el tratamiento se siguen evaluado todas o algunas de las conductas en las que se pretende incidir.
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